NO HAY PELICULA DE SUBMARINOS MALA

Quizás por ser una de las especialidades más difíciles de la marina, quizás por el encanto que tiene la imagen de autonomía e independencia del capitán de un submarino, quizás por el simple hecho de ver a los oficiales repitiendo las ordenes del capitán, o tal ves por el ambiente claustrofóbico propio de un submarino, con las paredes del casco gimiendo y crujiendo debido la presión, o por las escenas de acción en medio de pasillos estrechos o quizás por mi admiración personal a quienes se dedican a tan peligrosa y difícil labor, lo cierto es que desde mi adolescencia me gustan las películas sobre submarinos,


Mis primeras aproximaciones al limitado pero muy complejo mundo de los submarinos no provienen precisamente del cine, aun recuerdo con especial cariño los monstruos con traje de velcro de la muy famosa serie de T.V. “Viaje al fondo del mar “ que me acompañaban en las tardes de ocio de mi pubertad, y fue por esa misma época que llego a mis manos un ejemplar barato y de bolsillo de “20.000 leguas de viaje submarino” la novela de Julio Verne que es sin duda una de las más populares y reconocidas del autor francés, algunos años después tuve la oportunidad de ver la versión cinematográfica de Disney, con un Kirk Duglas tan joven que es imposible de reconocer y un James Mason como el memorable capitán Memo, película que entre otras cosas tiene el mérito de haber sido la primera producción de Disney con personajes reales es decir interpretada con actores de carne y hueso.

Pero no fue sino hasta que vi “La caza del octubre rojo” la celebre película protagonizada por Sean Connery y basada en el libro de Tom Clancy, sobre las vicisitudes de un viejo capitán soviético de submarinos que decide desertar en plena guerra fría y entregar su nave el octubre rojo, la joya de la corona de la naval soviética a sus rivales Norteamericanos, que me convertí en un declarado seguidor de las películas de submarinos.

Sin embargo dentro de este subgénero mis favoritas son las ambientadas en la segunda guerra mundial, cuando los submarinos estaban impulsados con motores disel, y eran mucho mas pequeños, húmedos, sucios y peligrosos, cuesta trabajo imaginar las condiciones en las cuales estos marinos debieron navegar y combatir durante semanas y meses, talves por esta razón es que este pequeño subgénero de las películas bélicas tiene muchos elementos para atrapar al espectador, basta con recordar la celebre “Das boot” o “El Submarino” magistral obra de Wolfang Petersen que hizo merecedora del Óscar a la mejor película extranjera y que creo las bases para este genero, al introducir los elementos más representativos tales como la figura de un capitán enérgico y eficiente, el ambiente tenso que debieron sufrir los primeros hombres que se lanzaron al mar en aquellos navíos que más que buques parecían latas de sardinas y el desespero de los hombres enfrentados en un combate a muerte en medio de la oscuridad y el silencio que reinan en la profundidades del océano. Un ejemplo claro de la herencia de Petersen es “U-571” cinta dirigida por Jhonatan Mostow, quien lograr hilar una historia apasionante a partir de los elementos tradicionales de este tipo de películas, la historia se basa en una ficción histórica según la cual la tripulación de un viejo submarino Estadounidense recibe la misión de interceptar un submarino alemán averiado y capturar la muy codiciada maquina de encriptación “Enigma” la cual nada menos y nada más cambiara la inclinación de la balanza de poder durante la segunda guerra mundial, la hazaña en la vida real fue realizada por los británicos, pero la película es lo suficientemente buena como para verse obligado a perdonar la acostumbrada maña de hollywood de falsear los hechos y vendernos módicas dosis de patriotismo gringo.

Un tanto aparte de esta línea y más centrada en el conflicto entre los personajes principales se encuentra “Marea Roja”, una cinta moderna ambientada el en mundo después de la guerra fría en la que Gene Hackman interpreta al capitan del submarino nuclear quien al interpretar erróneamente un orden codificada decide lanzar sus mísiles nucleares, ante la oposición de su primer oficial interpretado por Denzel Washington, siendo este duelo de personalidades la columna vertebral de la trama, Sin embargo si de diferentes se trata las palmas se las llevan un par de comedias “The russians are coming “ una comedia de los años 60 y “Down periscope” una cinta más reciente , y finalmente aunque no pertenecen al mundo del cine, merecen una mención especial la serie de televisión “Sea Quest” una serie de corte futurista que nos recuerda en algunos momentos a un clásico de la ciencia ficción “Star Trek”, y la serie de animación japonesa “blue submarine # 6 ”. en la cual se combina las técnicas de animación por computador e n 3D con las técnicas mas tradicionales del anime japones.

Es así como al final de este resumen llegamos a “K-19” la más reciente película de submarinos, protagonizada por Harrison Ford y Liam Neeson y bajo la dirección de Kathryn Bigelow, la película narra la dramática historia de la tripulación de K-19, el primer submarino ruso atómico provisto de misiles balísticos y lanzado al mar en 1961 y cuya falla en su reactor nuclear amenaza con convertirlo en una bomba nuclear de 1.4 megatones capaz de desatar la 3 guerra mundial.

En esta ocasión el duelo ocurre entre los personajes de Ford quien interpreta al capitán Vostrikov un oficial duro y recio obstinado en cumplir los objetivos de la misión que le han encomendado y el personaje de Nelson el capitán Polenin un oficial experto en submarinos y a quien la naval soviética le ha retirado el mando de la nave por razones políticas.

Una anotación final y es que en la vida real luego de su desastroso viaje inaugural el K-19 en lugar de ser desmantelado fue reparado y protagonizo dos incidentes adicionales capaces de por si solos de constituir trama suficiente para una secuencia del film, el primero un choque contra un submarino nuclear norteamericano en 1969 y el segundo un incendio que produjo la muerte de 28 de sus tripulantes en 1972, no es posible saber que nos depara el futuro en cuanto a películas de submarinos se trata, pero cuando llegue la próxima allí estaré en primera fila.

Juan Pablo