Sunday, September 22, 2024

 

Uno de los mayores desafíos de esta sociedad hiperconectada en la que vivimos, es el hecho que todos estamos sumergidos en cámaras de resonancia, cámaras de eco que refuerzan nuestros sesgos, máxime cuando se utilizan las redes sociales como principal fuente de información.

El problema con esto es que no pocas veces estas cámaras de resonancia manipulan nuestras emociones más básicas y negativas, acrecentando rabias, miedos y prejuicios, para la muestra esta el estallido social donde una frustración, una rabia y una desconfianza en las instituciones con las que independientemente estuviéramos de acuerdo o en desacuerdo podía tener detrás razones válidas, fueron hábilmente utilizadas por un reconocido político, no hace falta decir quien, para llegar al poder y tal cual ha sucedido muchas veces, el pobre siguió siendo pobre y el rico en este caso mudo su domicilio fiscal a Panamá u otros países.

Y si las cámaras de eco son inevitables, Y si todos estamos expuestos a que nuestras emociones más básicas sean manipuladas, significa lo anterior ¿Qué todo está perdido?

Pues no, no todo está perdido, no lo está mientras nos esforcemos en mantener y elevar si es posible nuestro juicio crítico, nuestra capacidad de análisis y reflexión, todos nos podemos equivocar, por ejemplo; alguien puede optar por una pareja toxica y dañina, pero en algún punto nuestra capacidad de análisis debe indicarnos que debemos corregir el camino y la información que es la materia prima de esa capacidad de análisis, debe ser lo mas objetiva posible, nunca lo será del todo, pero esta en nosotros, el ser conscientes y desconfiar de aquellas fuentes  que tienen marcados sesgos ideológicos, que justifican una y otra vez las cosas para defender ideológicamente lo que evidencia fáctica demuestra que no es cierto.

En fin, que cada uno elabore su propia conclusión para estos esbozos de ideas, que lanzo al aire.